miércoles, 22 de agosto de 2007

Dejar pasar el tiempo entre las ramas

Descanso, he descansado de todo durante cuatro días. Sin Internet ni ordenador, sin televisión, sin teléfono fijo, con poquita cobertura de móvil, lejos de todo y de todos....

Cuatro días para pasear por el campo, para holgazanear sobre una hamaca, con un libro como único compañero. Madrugar para ver amanecer, extasiarse con la puesta de sol, marearse intentando contar miles de estrellas (ay, esos cielos que Madrid nos esconde!!) y, sobre todo, ver cómo pasa el tiempo, cómo se mueven las nubes, por entre las ramas de un ciruelo.

Dejar que se desgranen las horas sin pensar en nada más que en cómo cambian de forma las nubes de algodón, o en moverse un poquito para que la sombra de las ramas nos tape mejor, arrullada por el hipnótico canto de las cigarras.

Andar mirando al cielo, o buscando tesoros de fruta y plumas por el suelo, sin prisas, sin obligaciones. Dejar vagar la mente, perderse la mirada en el infinito...

Noches sin pesadillas, negras, brillantes y frescas, mecidas por la nana de los grillos y con la tranquilidad de que mañana volverá a ser otro día tranquilo y de descanso..

Otro día os contaré que me estoy volviendo tarumba, que cada vez hablo más con los árboles... que sigo enamorada de un manzano y un ciruelo a los que he echado mucho de menos durante dos años, y qué placer ha sido volver a esconderme bajo su abrigo.
.. Ahora voy a asomarme a la ventana, por si Madrid me deja ver alguna estrella.

3 comentarios:

Berenice dijo...

Loca???

Yo conozco a ese ciruelo y me tiene robaíto el corazon

jajaja

Yo tambien estoy loca.. ¿y qué?

Se puede enamorar una de tantas cosas..

Stirga dijo...

Pero... la locura es no hacerlo de un almendro... ¿no crees?... así nunca nos dedicarán libros, ja, ja...

... tendremos que escribirlos nosotras...

Gracias por tu fiesta. Fue divertido, aunque creo que el boxeo no es lo mío.

Besos

Berenice dijo...

Espero que se repita la fiesta, por las risas, por la gente... lo pase genial.
Muchas gracias por venir