miércoles, 29 de agosto de 2007

Mataría por cinco minutos más

Esta tarde, en Un mundo casi perfecto he oído una canción de Calamaro, "Cinco minutos más" que no puedo dejar de tararear... "... tengo tal insensatez, y me puedo equivocar, pero no me equivoqué contigo... tengo abierto el minibar y cerrado el corazón... ", pero, sobre todo: "si pudiera mataría por cinco minutos más".

No es sólo la melodía... es que no he dejado de pensar en todas aquellas cosas por las que merecería la pena matar para disfrutarlas cinco minutos más:


- De lectura
- De conversaciones con mi hermano
- De complicidad con un/a amigo/a
- De un paseo bajo la lluvia
- De buena música
- De risas con amigos
- De una siesta bajo un árbol
- De pasos en la playa
- De una sobremesa en buena compañía
- De mirar las estrellas
- De un abrazo de mis niños (Jorge, Juan...)
- De sueño una mañana de invierno
- De estar contigo
- De ver jugar a Zidane
- De hipnotizarse con las olas
- De jugar con la nieve
- De visita en el Quai D'Orsay
- De paladear chocolate
- De correr con la bici
- De degustar un buen vino
- De soñar
- De fuegos artificiales
.....
- De vida
....
Vaya, hay muchas cosas que merecen tanto la pena... se trata de recordarlas cuando el hastío nos ataca...

Ay, "si pudiera, mataría por cinco minutos más".

miércoles, 22 de agosto de 2007

Dejar pasar el tiempo entre las ramas

Descanso, he descansado de todo durante cuatro días. Sin Internet ni ordenador, sin televisión, sin teléfono fijo, con poquita cobertura de móvil, lejos de todo y de todos....

Cuatro días para pasear por el campo, para holgazanear sobre una hamaca, con un libro como único compañero. Madrugar para ver amanecer, extasiarse con la puesta de sol, marearse intentando contar miles de estrellas (ay, esos cielos que Madrid nos esconde!!) y, sobre todo, ver cómo pasa el tiempo, cómo se mueven las nubes, por entre las ramas de un ciruelo.

Dejar que se desgranen las horas sin pensar en nada más que en cómo cambian de forma las nubes de algodón, o en moverse un poquito para que la sombra de las ramas nos tape mejor, arrullada por el hipnótico canto de las cigarras.

Andar mirando al cielo, o buscando tesoros de fruta y plumas por el suelo, sin prisas, sin obligaciones. Dejar vagar la mente, perderse la mirada en el infinito...

Noches sin pesadillas, negras, brillantes y frescas, mecidas por la nana de los grillos y con la tranquilidad de que mañana volverá a ser otro día tranquilo y de descanso..

Otro día os contaré que me estoy volviendo tarumba, que cada vez hablo más con los árboles... que sigo enamorada de un manzano y un ciruelo a los que he echado mucho de menos durante dos años, y qué placer ha sido volver a esconderme bajo su abrigo.
.. Ahora voy a asomarme a la ventana, por si Madrid me deja ver alguna estrella.

lunes, 13 de agosto de 2007

Conocerme...

"Conócete. Acéptate. Supérate"
San Agustín de Hipona

A la primera le he dedicado muchas horas, y me han cundido. La tercera... en ello estoy, es mi esfuerzo diario. Pero la segunda... uf!!!, la segunda es muy difícil, es de esas metas que estás segura de no poder alcanzar. Casi un imposible... vamos, que es más fácil lograr que ... en fin, que...

viernes, 3 de agosto de 2007

Errores

"Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía"

Maurice Maeterlink