Maurice Maeterlink
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Desde lo alto de su torre, mi quimera observa el tiempo pasar, testigo de siglos de historia, no sé si se burla, si vigila..., sólo sé que me tranquiliza saber que está ahí arriba, guardián seguro. Como ella, yo también observo. Quiero bajar e incorporarme al ritmo de mi ciudad, de mi mundo... pero aún no sé cómo. Mientras llega el momento de encontrar mi hueco, contemplo, comento, pregunto...
Tras muchos años de esconderme... voy a intentar mostrar de nuevo algo de mí, de mis cosas, de mis sueños, de mis pensamientos... olvidar pudores, vergüenzas y esa -¿equivocada?- sensación de que es necesario dar imagen de dura, ocultar los deseos, las debilidades, las esperanzas, la ternura... para evitar que te hagan daño.
3 comentarios:
y como tiendo a cometer un error detrás de otro.... qué de cosas ando descubriendo!! :S
mua
Esta vida es descubrimiento, asi que.. erremos!
Tropezar y levantarse, tropezar y levantarse y aprender en cada tropezón y en cada resurgir... ¿en eso consiste no?
Besos.
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