viernes, 19 de marzo de 2010

Stirga con el Manifiesto

Stirga, desde su torre, observa el mundo y ve a menudo cómo los hombres pequeños ante el temor a lo que conocen, a la libre circulación de ideas, de pensamientos, de cultura, reaccionan con barreras y prohibiciones. A lo largo de los siglos, la historia se repite: represión a la ideas, a la libertad... y Stirga no puede callarse y por una vez, deja los post intimistas para abordar algo grave, muy grave (y toma prestada la imagen de Eneko con la que la red clama por la libertad).
Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia

lunes, 15 de marzo de 2010

Lo que se esconde tras los nubarrones

A veces, en medio de los más oscuros nubarrones, asoma un rayo de sol. Aunque puede que no lo sea realmente, sino apenas un reflejo, un sueño o una ilusión, pero parece que brilla igual.
Puede ser la solución a un problema, una buena noticia que se abre paso y atraviesa el cielo de las preocupaciones, o simple predisposición a sonreír, a ponerle al mal tiempo buena cara, a tomarse con tranquilidad las tormentas y escrutar entre la negrura en busca de cualquier cambio de tono para identificarlo como un rayo, avanzadilla de lo que pueda venir, de lo que deseas que llegue.
En realidad, no es más que esperanza, deseos sin los que sabes que es imposible que la primavera le gane la batalla al invieno. Que llueva, que llueva, no me importa, que así se alimentarán los troncos antes de florecer. Que sople el viento, para llevarse el polvo. Déjame por una vez pensar que tras la tempestad vendrán tiempos de calma. Que el gris siga dominando, que así brillará más la luz que se esconde -por tenue que sea-, ahora aún se está recargando detrás de las nubes. ¿No deseas que se encienda? ¿No ves cómo empieza a despuntar?

viernes, 19 de febrero de 2010

Los cambios

Cuando empecé en esto de la blogosfera había ya voces que decían que como todo sería algo pasajero. Y yo pensaba que no, que cómo iban a ser pasajeros los blogs... ahora, unos cuantos años después, tengo que darles algo de razón (algo, que no toda).
Y es que no son sólo las estadísticas que dicen que muchos lectores -y autores- de blogs se dedican ahora a otras cosas (sobre todo los más jóvenes). También yo he notado un gran cambio en mis hábitos. Sigo leyendo blogs, sí, pero de otro tipo. Llevo sin escribir siglos en éste, tengo medio abandonados los más profesionales, y dedico mucho más tiempo a otras cosas (sí, yo también he caído bajo el influjo de twitter).
Pero creo, más bien, que es una cuestión de prioridades, de momentos en la vida y, también de falta de tiempo fruto de la pluriactividad. Hay épocas en las que destinas más horas a disfrutar y compartir tus impresiones personales, hay otras en las que le das más cancha al aprendizaje y el intercambio profesional. Y cuantos más medios, más herramientas descubres, más quieres explorarlas y sacarles todo el jugo. Al final, las horas del día son las que son y, entre tantas opciones, tienes que seleccionar a qué las dedicas.
A veces pienso que hacemos demasiadas cosas, vamos con demasiadas prisas... otras que quiero más horas, más minutos, más segundos, que hay demasiado por explorar, experimentar y vivir y que me estoy quedando atrás: llego a un porcentaje mínimo de todo lo que quiesiera leer, escribir, escuchar, ver, probar, sentir....
Ansiedad, al final acabo con ansiedad y tengo que salir a dar un paseo, levantar la vista, mirar las nubes y dejar que el silencio me envuelva mientras intento vaciar la mente de esos pequeños mensajes que me recuerdan que tengo abandonada Stirga, que no he llamado a alguien, que debería estudiarme el libro que me bajé ayer, que me quedan mails por contestar, que hace siglos que no subo a la sierra, que ya no recuerdo cuándo fue la última vez que me tomé una copa, que de dónde voy a sacar el tiempo para ir a Mali, que debería hacer una nueva ronda de contacto con los "contacto" (valga la redundancia) de interés profesional....
Silencio, que el silencio me envuelva, que mi vista se pierda entre las nubes, que los cambios no son malos, que los buenos hábitos pueden no perderse... como prueba, hoy: pensando en cerrar esta página de forma definitiva, me he puesto a escribir de nuevo, sin pensar, sin revisar (y qué buen efecto tiene, como siempre).