Helen Rowland
Me vuelve la eterna duda de si dejarme llevar por las ganas, por el corazón, de seguir mis impulsos... o de aplicar un poco de contención, de calma. De permitir que sea la razón quien tome las riendas.
¿Merece la pena arrepentirse de no haber hecho algo que nos moríamos por hacer?. ¿De no saber qué hubiera pasado si nos hubiésemos atrevido?. ¿Es mejor quedarse con la mitad antes que arriesgarse a perderlo todo?.
Permanecer en la orilla, disfrutando de las vistas, dejando que sólo nos mojen las olas que rompen a nuestros pies. O arriesgarse a perderse o ahogarse en mitad del océano?.
La vida es una duda continua, un sinfín de caminos que hay que ir escogiendo. Y mi eterna búsqueda de equilibrio me hace pensar, dudar y repensar tanto los pasos...